Donde La Tía Gladys
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Hace 30 años que se pasea por los recovecos de La Vega, en otras palabras, Gladis Bravo es hija de este lugar. Aquí llegó buscando un mejor futuro par…
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Tía Gladys! Mi parada obligada los fin de semana que voy a la Vega. Bebida individual? No! Una de litro! Plato de porotos a $1.000 y son una delicia (…
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Donde La Ta Gladys is open for Quick Bites. Donde La Ta Gladys serves Home-made dishes. Incorrect or missing information? Make a report, or claim the restaurant if you own it!Details
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2 Reviews on “Donde La Tía Gladys”
Hace 30 años que se pasea por los recovecos de La Vega, en otras palabras, Gladis Bravo es hija de este lugar. Aquí llegó buscando un mejor futuro para sus hijas, pero terminó encontrando su destino. Aprendió de negocios y cómo atender un restaurante, para más tarde consolidarse como la dueña de uno de las picadas más emblemáticas de este lugar. Es dulce, tierna y aplicada. Todas las mañanas llega a preparar lo que necesitará para servir a sus clientes quienes desde tempranito van llenando las 12 mesas disponibles. Con 67 años es un ejemplo de esfuerzo, trabaja de lunes a sábado sin parar. Su comida chilena típica encanta a todo quien la visite, es más, cuenta que tiene muchísimos clientes frecuentes. Lo que no la conocen lo hacen rápidamente cuando los invita a gritos desde su cocina a probar sus platos, entre estos: porotos con riendas, carne mechada, pollo arvejado, cazuela, pescado frito y muchos otros, todos muy contundentes. La acompaña una de sus hijas y su nuera, ellas organizan las servilletas, el pebre y las mesas para recibir a los comensales. La Tía Gladis explica que todo lo prepara con amor mientras revuelve las múltiples ollas que son más altas que ella. Llegó a los 11 años desde Coronel a Santiago, y armó una nueva vida llena de historias de esfuerzo, en eso mismo se basa su filosofía, sirve a todos como si fueran sus hijos. La Vega es su casa y cuenta emocionada que le ha dado la vida, especialmente porque gracias a su labor allí logró construir un hogar propio. No existe posibilidad de no sentirse agradado en este lugar, sus mesas pequeñas, la atención de las hijas, el pan con pebre, las botellas de bebida de vidrio y la luz que entra por el pasillo hacen que la gente se sienta como en uno de esos locales de barrio ya extintos. Por otra parte, aclara que jamás le han alegado y que su cazuela es de lo más popular. Lo cierto es que a la cocina de la Tía Gladis le quedan muchos años de circo aún y ella se siente preparada para hacerlo, su imagen jovial refleja su amor por el servicio y lo dispuesta que está a pelear por sus clientes, incluso con sus vecinos peruanos. En un futuro espera que sus hijas sigan con la tradición familiar para que esta reconocida picada de comida chilena nunca muera.
Tía Gladys! Mi parada obligada los fin de semana que voy a la Vega. Bebida individual? No! Una de litro! Plato de porotos a $1.000 y son una delicia (sin considerar que lo sirven con barandas)!