Trapananda

4 Reviews on “Trapananda”

• Cristopher A. Vega Arias

  La mejor comida casera que he probado por la zona, al mejor precio en un lugar muy acogedor con excelente atención. Gran variedad de cervezas y personalmente me encanta el estilo patagónico del lugar. Volveré a ir.

  November 6, 2019, 6:35 pm

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• Nicolas Olmedo

  Exelente local, muy bien ate didos y comimos muy bien, totalmente aconsejable. La longaniza patagonica exquisita, muy buenas cervezas. Volveria siempre sin dudarlo

  October 9, 2017, 2:23 am

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• Francisco Ide Wolleter

  Trapananda era el nombre (de origen Ona) que tenía antiguamente la región de la Patagonia chilena. Para los Selknam el nombre refería a un espacio mítico, una especie de Shangri-La, El dorado o Utopía. Para mí fue una sorpresa encontrarme con esta tierra utópica en pleno Santa Isabel con Italia. Tiene este carácter de lugar que sólo se muestra a nosotros cuando estamos preparados. Había pasado cientos de veces por ahí y jamás lo había visto siquiera. Un día, por un azar o designio miré el letrero y me encontré con el nombre de esta ciudad mítica. Recién ahí noté este bar-restaurant y traspasé sus puertas ataviadas por cortinas blancas. Tiene todo lo que uno podría pensar cuando intenta describir una picada: es un bar antiguo, limpio, con buenos menús, barato y lo atienden sus mismos dueños. Les pregunté por qué habían elegido ese nombre para el bar y, con una sonrisa, apuntaron la gran bandera de Punta Arenas y Magallanes. Ahí nacieron, ahí están enterrados sus ancestros, en el cementerio más hermoso de Chile, al cual el gran Enrique Lihn le escribió un poema, y sobre el cual, otro poeta (Christián Formoso) escribió un libro titulado justamente así: “El cementerio más hermoso de Chile”. Desde esa vez voy cada vez que puedo, los precios son más que asequibles y venden unas empanadas de queso-camarón que son la piedra de oro del lugar, con un pebre hecho ahí mismo, que haría salivar a los dioses.

  December 9, 2015, 2:23 am

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• Ignacio Mardones Nally

  Excelente bar de barrio atendido por sus dueños. Voy prácticamente todas las semanas a tomar cerveza a buen precio y comer empanadas de queso o  de camarón queso. El lugar a pesar de de barato es muy higiénico, los vasos nunca están sucios ni con marcas y el baño siempre está en buenas condiciones. La atención no puede ser mejor, a veces el dueño sirve maní con merkén de cortesía o regala destapadores de cerveza, en la cuenta nunca incluye la propina y uno tiene que darse cuenta, porque si no él no dice nada. El lugar es casi un ábrete sésamo, uno pasa por afuera y no reconoce la puerta de entrada, pero ahí está, es un ventanal café de cortinas blancas, hay que empujarlo y entrar.

  January 24, 2015, 2:23 am

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