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Lo único que salva acá son las tremendas bandas a las que se les da espacio para mostrarse. En su mayoría emergentes y desconocidas, prenden el ambien…
Alejandro Véliz
La Peña de Nano Parra
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Inserto en pleno barrio Bellavista, y pasando desapercibido de los transeúntes al estar rodeado de locales ruidosos y luminosos, está la Peña del Nano…
Camila Sánchez
La Peña de Nano Parra
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Si se quiere ir a un lugar mas guachaca, lo recomiendo totalmente porque el ambiente que se da te sube el animo y las ganas de pasarlo bien al instant…
Elba Hernández
La Peña de Nano Parra
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La Pea de Nano Parra is open for Bar. La Pea de Nano Parra serves Bar Food dishes. Incorrect or missing information? Make a report, or claim the restaurant if you own it!Details
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3 Reviews on “La Peña de Nano Parra”
Lo único que salva acá son las tremendas bandas a las que se les da espacio para mostrarse. En su mayoría emergentes y desconocidas, prenden el ambiente y hacen bailar a todo el mundo a punta de guiro, saxo y trompeta. Con respecto a la comida, no puedo decir nada, ya que no comí. Lo que sí hice fue tomar, y ahí la cosa anduvo flaqueando. Los precios eran bien caros, y lo que servían en verdad era nada. 6 lucas dos piscolas, en vasos minúsculos de plástico y con un miserable hielo cada una, que con el calor del carrete se derretía al instante que el copete llegaba a la mano. Otro problema: no se puede pagar con tarjeta, así que si va, lleve efectivo.
Inserto en pleno barrio Bellavista, y pasando desapercibido de los transeúntes al estar rodeado de locales ruidosos y luminosos, está la Peña del Nano Parra.El boca en boca me llevó a este lugar, que prometía la gran experiencia chilensis del tipo carrete guachaca.En realidad, me defraudó completamente.Para partir, una fila en la entrada que no se justificaba. La cajera simplemente era MUY lenta en sus cálculos. Al lograr llegar a la caja me exige sencillo y me pide que vaya a buscar a algún cajero. Claramente le dije que no volvería a hacer esa fila y que me de el vuelto que corresponde.Al entrar, un lugar feo y mal cuidado, que puede obviarse por el ambiente festivo, pero que denota una dejadez enorme por parte de la administración.El gran problema fue al momento de comprar trago. No tenían redcompra y los precios eran bastante elevados para el tamaño de las piscolas, que tacañamente servían con UN hielo. Si, un hielo. Osea, hay que ir con mucho efectivo y con poca sed, a pesar del calor que da adentro.Lo único que mejoró la experiencia fueron los grupos que tocaron y que se agradece que le den el espacio a jóvenes bandas emergentes para mostrar su música. Sólo por eso no pongo menos nota.
Si se quiere ir a un lugar mas guachaca, lo recomiendo totalmente porque el ambiente que se da te sube el animo y las ganas de pasarlo bien al instante. Además la ubicación es privilegiada.